Ecopsicologia
ecologia espiritual

Toth el Atlante

La Esencia de la Alquimia Divina

Anotado por Larisa Vavulina


Transformando oscuridad en Luz, mal en Amor, las personas se acercan a la Perfección.

¡Durante el proceso de esta transformación —mediante la lucha consigo mismo y mediante los esfuerzos máximos del alma— el Elixir de la Inmortalidad, el Diamante Precioso, la Flor Dorada, la Llave de todo en el universo o, en otros términos, el Amor Divino, emerge gradualmente!

En el «crisol» llamado planeta Tierra, «se refunden» las almas. Hirviendo en un enorme caldero común, todas ellas —almas grandes y pequeñas, almas vegetales, animales y humanas, almas virtuosas y viciosas— tienen las mismas oportunidades para purificarse de las «escorias». Con todo, sólo el ser humano puede hacerlo conscientemente.

Bullen y hierven en el «crisol» diferentes pasiones humanas: la ira, la lujuria, la arrogancia, el odio, los celos, la envidia, la avidez…

Los vicios o imperfecciones, también llamados «escorias», se separan del alma a través del dolor y el sufrimiento, a través de pruebas y tentaciones. Estas «escorias» son las impurezas nocivas y la «ganga»*. Y cuando el alma se libera de éstas, queda sólo un Cristal transparente cuya única propiedad es el Amor Puro.

¡Es durante la lucha y la ignición cuando nace y crece el Amor! Luego este Amor, ya maduro, crea y nutre toda la vida en el universo. ¡Y siempre triunfa!

También quiero hablar de dos cosas importantes: de la unión de las conciencias y de su compenetración. ¡Las almas (o conciencias) son energías que pueden compenetrarse y unirse! ¡Por lo tanto, su unión es una realidad objetiva! Esta unión puede ser comparada con el fenómeno, estudiado y conocido muy bien por los físicos, de la difusión. Sin duda, para que las conciencias se unan, se requiere de su identidad cualitativa.

En los planos no materiales del Absoluto multidimensional, el vector del movimiento evolutivo correcto de las conciencias está dirigido hacia el Centro, hacia el Creador, también conocido como el Imán* Universal o el Corazón del Absoluto.

En otras palabras, las conciencias progresan en su evolución a través de su refinación, trasladándose de los estratos densos del Absoluto a los estratos cada vez más sutiles, hasta que lleguen al estrato sutilísimo, la Morada del Creador. Y es allí donde cada alma que evoluciona correctamente se une con la Conciencia Primordial.

Es la Ley objetiva del universo que puede ser denominada como la Ley de la atracción (espiritual) universal. Y las emociones amorosas puras (es decir, privadas de interés) son el propulsor y catalizador de este proceso.

Cuando las almas se oponen al principio del Amor y no progresan en su refinación, se unen con los estratos groseros y densos del Absoluto multidimensional y viven en éstos hasta el final de Kalpa*.

Sin embargo, si un alma responde a la llamada del Creador y se precipita hacia Él con todo su ser, desarrollando el amor, la sutileza, la sabiduría y el poder, puede finalizar rápidamente su evolución personal estableciéndose para siempre en la Morada del Creador en la Unión definitiva con Él.